OdiseaIA y PwC con la colaboración de Google, IMB, Telefónica y Microsoft han creado la primera Guía de buenas practicas para el uso de la Inteligencia Artificial ética en España. Los autores insisten que las empresas deben asegurar un uso responsable y ético de la inteligencia artificial, con el fin de evitar consecuencias negativas.
La tendencia actual apunta a una regulación o limitación de las acciones que pueden ser llevadas a cabo a través inteligencia artificial, lejos de regular la tecnología en si misma. Aunque estos autores apuestan a la baja probabilidad de que ese arreglo u orden solucione todo, cuando se produce un mal uso de la tecnología. Esta guía explica que las soluciones de IA deben ser lo suficientemente fuertes y seguras como para poder protegerse ante cualquier daño interno y externo.
Para acceder al análisis de los resultados de la IA y aportar respuestas a las consultas, es recomendable garantizar el rastreo, la confiabilidad y reproducibilidad. Asimismo, se debe aplicar un enfoque sistemático de gestión de riesgos en cada fase del ciclo de vida de la solución. De esta manera se pueden afrontar los riesgos en términos de la privacidad, la protección, la seguridad y el prejuicio. Por eso, es fundamental asegurar la trazabilidad de los datos, los procesos y las decisiones que se toman por la inteligencia artificial.
