Actualmente se están haciendo sorprendentes avances en cuanto a la inteligencia artificial (IA) se refiere, pero estos principalmente tienen un interés prácticamente teórico, ya que resulta más difícil de lo que parece aplicar los resultados, por muy impresionantes que estos sean, de las investigaciones teóricas a las del aprendizaje automático en práctica.
Para el mundo de los negocios y todo aquel que aspire a una posición de liderazgo, la IA se ha convertido en una habilidad esencial. Por lo que, para ellos, es imprescindible saber cómo aprovechar sus capacidades para más tarde integrarla en los procesos de trabajo de sus respectivas empresas.
Este año, el modelo de lenguaje GPT-3, ha sido el avance más sorprendente en este campo. Este consiste en un sistema que sugiere palabras automáticamente, es decir, un modelo de lenguaje a gran escala con una base de casi 500.000 millones de palabras, cuyo objetivo es predecir qué es lo siguiente que viene en función de los datos previos en una frase. A partir de ella, este lenguaje también te puede generar una respuesta, siempre y cuando se le den indicaciones o pistas concretas, eso sí, esta respuesta es probable que tenga errores o sea incoherente cuanto más larga sea.
Los desarrolladores de este sistema han conseguido, entre otras cosas, que sea capaz de resolver problemas matemáticos y que elabore códigos sencillos, pero lo más interesante de todo es su capacidad de aplicar reglas a partir de un número relativamente pequeño de ejemplos, una de ellas es el uso de las reglas gramaticales básicas.
Aun así, como suele suceder con todos los avances en IA, este sistema también tiene sus limitaciones. Por ejemplo, puede cometer errores en cosas aparentemente sencillas, pues esta carece de contexto, ya que no tiene un modelo del mundo en que basarse o tampoco puede razonar, lo que la lleva a ser un sistema frágil, como todas las demás redes neuronales.
Lo que sí podemos asegurar es que cada vez es más probable que este sistema tenga una rápida aceptación en el mundo empresarial, en comparación con las demás IA, ya que esta genera resultados bastante útiles. De este modo, las grandes empresas solo tendrán que aprender cómo hacer las preguntas correctas y cómo elegir entre las diferentes respuestas, es decir, deberán centrarse en lo verdaderamente útil y eliminar lo irrelevante, para aprovechar al máximo tecnologías como esta.
Según varios artículos, que han tenido como referencia las demás herramientas de IA, los principales usos del GPT-3 para estas empresas, probablemente se resumirán en 3 usos básicos.
En primer lugar, tendríamos la automatización de tareas sencillas, por ejemplo, transformar un texto jurídico denso en un texto de lenguaje más sencillo. En segundo lugar, agilizar el trabajo de los expertos gracias a la capacidad de búsqueda de este sistema, que hoy en día no se puede encontrar en otros sistemas. Y en último lugar, se quiere conseguir generar nuevas ideas y conocimientos a partir de este sistema.
Por tanto, aunque será una labor de las empresas saber si es una tecnología que está sobrevalorada o realmente es útil, está claro que el GPT-3 ha generado un gran interés por las empresas que la ven como un medio para poder transformar el futuro de sus negocios.
